jueves, 2 de noviembre de 2017

Dinamarca: campeona de Europa.



- Tenía yo catorce años cuando ocurrió este histórico acontecimiento. ¡Dinamarca es campeona de Europa! -apuntaban todos los diarios del mundo. Aquello causó estupor general. Nadie se esperaba que una selección que no había logrado el pase al cotizado torneo europeo acabase alzando el reluciente trofeo que les acreditaba como campeones. Fue algo realmente insólito, y la verdad, me alegré mucho por el pueblo danés.

Schmeichel, Vilfort, Sivebaek, Piechnik, Povlsen, los hermanos Laudrup... Aquellos profesionales del fútbol -algunos aún desconocidos para muchos- hicieron historia y figurarán para la eternidad como héroe nacionales.
Y todo ocurrió en un país amigo, el que hacía de anfitrión para presentar la novena edición de la Eurocopa de Suecia 1992. Fue un campeonato realmente corto, con tan solo ocho participantes: la ya citada Suecia, Alemania, Escocia, Francia, Holanda, Inglaterra, Dinamarca y la nueva selección de la CEI, la cual sustituiría a la antigua Unión Soviética en plena secesión.

Un lance de la final de la Eurocopa de Suecia 92.
- Y a causa de otra secesión tuvo su pase a la Eurocopa Dinamarca. Mi siempre idolatrada selección de Yugoslavia fue vetada por ese conflicto bélico que tanta desgracia trajo a todo el territorio balcánico. La FIFA prohibió la participación del equipo yugoslavo y en su lugar entró Dinamarca, la que en su fase clasificatoria no se había ganado el derecho a competir en la Eurocopa de 1992.
Ésta entró en la competición por casualidad, y de esta manera quedó encuadrada en un complicado grupo en el que se hallaba Inglaterra, Francia y Suecia. Por suerte, las dos primeras no andaban finas por aquella época, algo que aprovecharon los dos conjuntos escandinavos para pasar de la fase de grupos. Suecia lo hizo en primer lugar con cinco puntos, mientras que Dinamarca lo haría por los pelos, con tres puntos. Ante los ingleses empataron a cero, contra los galos ganaron por 1-2 y una sorprendente Suecia ganaría a sus vecinos por la mínima (1-0).

Así es como el combinado danés logró plantarse en la segunda fase del campeonato, es decir, en las semifinales. Hasta entonces solamente dos jugadores habían hecho gol, los que anotaron Henrik Larsen y Lars Elstrup ante Francia. En el cruce de semifinales se toparían con otro rival complicado, la Holanda de los Van Basten, Koeman, Rijkaard y Dennis Bergkamp, entre otros. Mientras, a los suecos les tocaría verse las caras con Alemania, que en un disputado partido sucumbieron por 2-3.

La semifinal se disputó el 22 de junio de 1992 en el estadio de Nya Ullevi (Gotemburgo). Si la otra semifinal fue disputada esta no iba a ser menos. Dinamarca se fue al descanso con un resultado favorable de 1-2 gracias a los dos tantos obtenidos por Henrik Larsen. El de los neerlandeses fue obra de Bergkamp.
Los escandinavos acariciaban ya la final cuando a falta de dos minutos empataba el partido Frank Rijkaard, por lo que el partido debería decidirse en la tanda de penaltis. Los daneses no fallaron ninguno, mientras que Schmeichel adivinaría el lanzamiento del gran Marco Van Basten.

Dinamarca consiguió pasar a la final en una tarde-noche para recordar, aunque lo mejor estaría aún por llegar. Alemania era la favorita. La potente selección germana contaba con jugadores de la talla de Illgner, Reuter, Klinsmann o Häsler, por no hablar que aún lucía el cartel de campeona del mundo por el evento celebrado hace dos años en Italia.

Todo estaba dispuesto para hacer historia. El partido, que se celebraría nuevamente en el Nya Ullevi, sería dirigido por el colegiado suizo Bruno Galler. Máxima expectación, 26 de junio de 1992. Se notaba el nerviosismo de los daneses, que aquella tarde salieron con la siguiente formación: Schmeichel, Sivebaek, Nielsen, Olsen, Piechnik, Christofte, Jensen, Vilfort, Brian Laudrup, Larsen y Povlsen.

Claro que en aquel once se echaba de menos a alguien. En aquel equipo faltaba uno de los mejores jugadores daneses de la historia, el señor Michael Laudrup, quien por no haber limado asperezas con el seleccionador Richard Moller Nielsen tuvo que ver aquella gesta desde su casa.

Los daneses festejan eufóricos el título europeo pese a no contar con su mayor estrella, Michael Laudrup.

- Aquella "Dinamita Roja" se tomaría muy en serio el partido desde el principio. Ya en el minuto dieciocho, John Jensen adelantó a los nórdicos para ponerle las cosas difíciles a los de Berti Vogts, que habían salido al campo a verlas venir pese a contar con un equipo aparentemente superior. Sin embargo, el combinado danés siguió defendiendo su resultado con uñas y dientes.

El partido se ponía tenso por momentos. La escuadra alemana trataba de batir a un Schmeichel muy inspirado y éste alentaba a sus compañeros para que sacasen fuerzas de flaqueza y así aguantar el resultado. Pero a los de Moller Nielsen no les hizo falta esperar al pitido final. En una contra inesperada apareció Kim Vilfort para realizar un disparo lejano que no podría atajar Bodo Illgner... Resultado final 2-0 para Dinamarca, y mientras toda Europa se teñía de rojo para festejar el primer título de una selección que aquel caluroso 26 de junio hizo historia.

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